Itacaré
Fue difícil llegar y ahora también partir. Es que nos identificamos
mucho con este lugar. Llegamos hace 3 semanas más o menos y primero para entrar
pedimos la ayuda de Reuben que como ya saben prefiero prevenir que lamentar...
entonces no tengo problema en pedir ayuda. Es que cuando uno llega tiene que
tener cuidado con las olas cerca del farol y hay varios bancos de arena. Él nos
guió hasta dentro del rio que fue mucho mejor porque estamos en un lugar que de
tan parado parece como si estuviéramos en tierra firme, y después de Ilheus que
era todo lo contrario estamos muy cómodos.
Bueno, acá hay de todo para hacer, hay un montón de
tiendecitas con ropa de la índia, camisetas, artesanías locales y de la índia
etc. Los artesanos también son muy buenos, los que trabajan haciendo aretes,
collares y los que trabajan con las hojas del coco. Es increíble la cantidad de
cosas que se hacen con el coco, son azafates, lámparas de todo tipo, lindas.
Itacaré tiene muy buenos lugares para comer. Cuando
llegué hice mi lista de todos los lugares que quería probar, ya estamos casi
tres semanas y creo que falta muy poco por probar... Todo en general muy rico.
Se destaca para mí, el restaurante Estrela Dalva, que encima tiene excelentes
precios, inclusive el pf (prato feito) por R$10. La crepería del Tio Gu, también es buenísima. Se
puede decir que en general la comida por acá es más barata que en otros lugares
y yo creo que es porque el público turista es principalmente joven, muchos
mochileros y extranjeros. El ambiente es muy bueno, todo el mundo se saluda, te
haces amigos rapidamente. Ricardo se hizo amigo de Leo (brasilero) mientras
corría tabla y después conocí a su esposa, Martina (holandesa), super buena
gente. Ahora nos vemos siempre y ya nos reunimos inclusive en el barco haciendo
parrilla y preparé un ceviche que finalmente me salió muy bueno (gracias a los
consejos de mi cuñado, Pato).
Acá también es difícil quedarse en el barco, acaba que todos los dias hay
algun programa.
Ya fuimos a la cascada de Cleandro con nuestros amigos
del velero Snacht que conocimos en Santo André, Michel y Bert, de sudáfrica. Reuben
nos llevó. Pasamos por médio del manglar en una canoa para después caminar un
poco y llegar a la cascada, linda. Vale la pena.
Fuimos a Jeribucaçu, que es una playa más distante. El
río forma una laguna antes de llegar al mar. Hay quioscos que preparan pescado
a la parrilla y farofa (harina de yuca mezclada con plátano y condimentos).
Después de la playa y el almuerzo subimos por el manglar para llegar a una
cascada llamada ¨Cachoeira da Usina¨, linda también y la caminata es bien
interesante. Estas cascadas son de propiedad particular, por lo que hay que
pagar generalmente 5-10 reales para entrar.
Otro día fuimos a Engenhoca con nuestros amigos Leo y
Martina y su hijito Noa. Esta es una de las playas más bonitas. En realidad las
playas de Itacaré son preciosas, uno no sabe decir cuál es mejor. Hay playas al
lado de la ciudad, como Resende, Tiririca, da Costa, Prainha, Concha y otras
que es necesário ir en carro o bus. Se para en la carretera y se camina unos
diez minutos en médio a la vegetación, todo con sombra, lo que deja la caminata
super agradable e interesante.
Conocimos también a Claudio, que fue super
hospitaleiro y nos llevó a su propiedad en Itacarezinho, otro paraiso. Fue lo
máximo, la vista que se tiene de lo alto en un mirador es espectacular. Un río
va llegando al mar en medio de los coqueros, la arena blanca, en fin lindo.
Después fuimos a su hacienda donde colectamos cacau, que es riquísimo. Nunca
había comido, pensaba que era amargo por el chocolate, pero no tiene nada que
ver, se parece más a la guanábana, dulce y un poco ácido. Quien nos guió fue el
¨dotor¨, un señor que trabaja para Claudio hace 20 años y es una persona muy
singular. Colectamos también plátanos, y genipapo (un fruto también típico del
que se hace un licor y un dulce muy bueno). El dotor preparó un café en una
cocina al estilo chacra, una fogata encima de una caja de arena y una parrilla
para poder colocar la olla con el agua. Fue un paseo diferente e interesante.
Otro paseo que hicimos, gracias a la gentileza de
Claudio, fue a Pratigipe. Es otra de sus propiedades, al norte de Itacaré unos
90 km. Èl no pudo ir entonces nos prestó
su carro y fuimos con el dotor como guía. Un lugar también lindo, entre el rio
con los manglares y el mar. Fuimos caminando hasta un punto donde el río sale y
encuentra el mar. Todo lleno de coqueros, lindo. Acá la colecta fue de coco. Es
tanto coco que hasta el burro que de la chacra toma 10 cocos por día y no
acepta tomar agua!
Acá en la Bahia
es así hay abundancia de frutos, de gente simpática, siempre con una sonrisa, dispuestos
a ayudar y conversar, playas lindas y el clima super ameno. Siempre que llueve
para al poco rato, y sale el sol y muchas veces hay arco iris. Ahora veo porque
siempre oí hablar tanto de la Bahia.
Las noches en Itacaré también son super animadas.
Además de los restaurantes con música al vivo, hay dos bares Jungle y Favela,
que son el point. Al comienzo de la noche colocan sus puestos con todas las
frutas posibles para ofrecer caipirinha y más tarde comienza la música, que
puede ser rock, regge o forró. Recientemente abrió al lado otro bar, Espaço
Aberto, de nuestro amigo Claudio, especializado en forró (es un ritmo típico de
nordeste que se baila en pareja). La gente se queda hasta las 3-4 de la mañana
todos los días.
Ahora esta semana estamos preparándonos para partir.
Ricardo instaló una pieza, el silenciador, que dio problema nuevamente. Mañana
vamos entrar por el rio para colocar agua en los tanques. Hay una manguera que
sale directo del bosque con agua cristalina. Todos los pescadores van y llenas
sus tanques con esa agua. Nosotros vamos a hacer lo mismo.
Ayer recibimos una visita sorpresa de nuestro amigo y
vecino en el club Jurujuba, Gilson. Estábamos esperando encontrarnos con él
porque él iba a partir después que nosotros junto con el grupo de la Costa
Leste (una caravana de barcos que parten juntos de Rio y van hasta Salvador),
sólo que no sabíamos cuándo. Èl vino desde Ilheus en carro, con su amigo
Rogerio. El grupo no va a parar en Itacaré, ellos van directo a Camamu.
Las vacaciones de los niños acabaron y hoy retomaron
sus estudios. Ni modo, algo de trabajo hay que tener no?
Bueno escribiré más tal vez ya en Camamu, hasta
pronto.
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