terça-feira, 19 de junho de 2012



Puerto Seguro

Partimos para Puerto Seguro, a unas 46 millas de Cumuruxatiba con la puesta del sol. Yo después de todo lo que conté obvio que no quería salir de noche. Así que nada me convenció a salir sin ver por donde era la salida!! Es que serían 12 horas de trayecto entonces llegaríamos a Puerto Seguro con la marea baja, a las 6, y sólo se puede entrar con la marea alta. Pero no importa, después de lo aprendido quería ver la salida y ver la llegada!! Y fue así mismo. Llegamos a la entrada de Puerto Seguro a las 6am y nos quedamos esperando hasta la marea subir. El trayecto fue bueno pero tuvimos un poco de estress con tantos barcos de pesca que encontramos, parecía que todos los pescadores habían salido al mar. Muchos. Y habían también redes de pesca enormes que tuvimos que desviar. Casi pasamos encima de una si no es Rodrigo que cogió la linterna y vio la red.
Teníamos el contato de un chico que nos podría ayudar a entrar al puerto. Este es otro lugar bien difícil de entrar para quien no conoce. Hay también un “muro” de corales con un farol al final, solo que el canal no es totalmente abierto. Hay en algunos puntos piedras y un banco de arena. No lo pensamos dos veces y llamamos a Cumurú, que nos guió hasta el Hotel Marina Quinta do Porto, donde él trabaja y donde también nosotros pensábamos quedarnos. Es un hotel que tiene una pequeña marina. El hotel es lindo, todo rústico, con pisos con mosaicos artesanales, bastante “piaçava” (un tipo de paja de una palmera). Tiene varias piscinas, restaurante, unas terrazas con varias salitas y un bote disponible todo el día para llevar a los huéspedes a Puerto Seguro. Ok voy a explicar. El canal que mencioné antes separa dos lugares: Puerto Seguro y Arraial D Ajuda. El hotel queda en Arraial D Ajuda. Son menos de 5 min. para cruzar. Lo normal es cruzar con la balsa, o ferry que lleva las personas y carros de un lado a otro. 
Estamos viviendo nuestra fase urbana y super confortable acá en P. Seguro. Tenemos una amiga, Vera,  amiga de Ricardo desde la adolescencia. Así que estamos aprovechando bastante con ella, su esposo Marcelo y sus hijos Jason, Bruno y Lucas. Ellos tienen más o menos la edad de los nuestros, así que podemos hacer paseos que agradan a todos. Ya fuimos al boliche, al cine, a la playa Pitinga, también a una playa bien bonita llamada Tauipe, que tiene la salida del rio. Este paseo voy a pedirle a los niños que lo cuenten porque en realidad Ricardo y yo llegamos un poco tarde. Los niños se quedaron a dormir a la casa de Vera y nosotros teníamos un compromiso más temprano. Resulta que conocimos una pareja super simpática que nos invitó a tomar desayuno a su casa. Ellos también son “velejadores” (tienen velero). Su casa es linda, llena de espacios interesantes, como una sala nautica, llena de objetos que recuerdan el mar y barcos. Tomamos un super desayuno, y conversamos bastante. Ellos nos contaron mil histórias de situaciones difíciles que pasaron en el velero. Ellos también tuvieron una experiencia de quedarse presos en un banco de arena. Ese intercambio de experiencias es muy bueno porque uno va aprendiendo que las cosas que pasan hacen parte de estar en el mar.
Arraial es bien interesante. Tiene una parte con los bares y restaurantes que recuerda un poco la calle de las piedras de Buzios. Hay varias playas y en el verano la ciudad se llena de turistas. La ciudad es muy limpia, lo mismo Puerto Seguro que me impresionó en ese sentido. El río también es limpísimo. Ayer estuvimos conociendo la Passarela do Alcool, en Puerto Seguro, que es la calle frente al malecón, donde está el comercio y quioscos. Es la parte turística. Hay restaurantes y quioscos para comer por todos lados. Fuimos a uma pizzaria, Sambuco. Muy buena.
Ya estamos acá una semana y debemos partir en dos días. Ricardo está aprovechando para arreglar una parte de la bomba de agua del motor y del silenciador.

guerrinha de água

Momentos de estudo com Bruno e Lucas, amigos de Arraial.

Relax na praia, confabulando em família.

Tattoo de lama medicinal .

Falésias da Lagoa Azul.



Nada melhor que brincar na lama.

Novos amigos José Roberto e Kátia Marina, velejadores de Porto Seguro.

Olha o clima do lugar que estamos...Nem tudo é perrengue.

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