terça-feira, 19 de junho de 2012


Cumuruxatiba - Versión Maite

Estábamos en Caravelas, al sur de Bahía. Es una pequeña ciudad próxima a Abrolhos, donde todos los que quieren ir a Abroalhos van para coger un barco que los lleve o contratan un fin de semana con buceo incluído etc.
Aprovechamos para informarnos sobre nuestro próximo destino que sería Cumuruxatiba, una villa de pescadores que decían ser bien tranquila y bonita. Sólo había un problema, la entrada es bien estrecha, pero hay un farol que la señala. Esta parte de la costa del Brasil es llena de corales que se forman como muros paralelos a la playa. Lo que ayuda a dejar las playas bien calmas, pero es un peligro para los barcos. Nos aconsejaron llegar con la marea alta por las piedras, sólo que también teníamos que salir de Caravelas con la marea alta, pero como supuestamente era un trayecto corto no habría problemas. También nos avisaron que con viento sur no era muy agradable parar en Cumuruxatiba porque ese viento deja el barco moviéndose de forma desconfortable. Yo ya estaba desanimándome con tanto cuidado para ir a ese lugar, pero enfin fuimos. El trayecto fue super agradable. 
Llegamos a la entrada de Cumuruxatiba y ya estaba oscuro. Al final no calculamos bien..Pero bueno que importa pensamos, si tenemos 2 plotters, así que cual sería el problema?? Aunque no lo crean los dos plotters estaban mostrando el camino que no era!!   Resultado, comenzamos a cruzar lo que sería un canal con profundidad suficiente, cuando después de unos 10 metros, sentimos el choque de “algo” piedras o corales en el fondo del barco. Que susto pensamos, Ricardo comenzó a dar marcha atrás y seguíamos chocando, en un momento aumentó la profundidad, pero al minuto siguiente estábamos otra vez chocando hasta que finalmente no pudimos avanzar más. Estábamos totalmente agarrados a un coral que no nos dejaba salir. No se veía nada, apenas la ciudad al frente y se oia la música alta que por lo visto había una fiesta, seguramente una de las fiestas de la trezena de Santo Antônio.
En fin, estábamos presos sin saber qué hacer y con miedo de que la piedra pudiese haber roto alguna parte del barco. Ricardo trató varias vezes de salir forzando el motor y nada. Pedimos ayuda por el radio y después de un tiempo atendió una persona, de nombre Antonio Carlos que nos podía venir a buscar en caso el barco estuviera hundiéndose, pero ayudarnos a salir no sería posible por ser de noche. Así que tendríamos que esperar la próxima marea alta para tratar de salir. Sabíamos que no corríamos riesgo de vida, estávamos bien y teníamos la ciudad a relativamente pocos metros. Pero igual fueron horas interminables hasta el amanecer, el barco que se movía, haciendo mil ruidos, la sensación de y ahora como salimos de esta situación, y si perdemos el barco? Y todas nuestras cosas? Y el viaje como va a continuar? En fin, millones de pensamientos angustiantes una vez que no podíamos hacer nada para resolver el problema. Ricardo trató de hacer varias cosas. Inclusive, llamó al amigo Fabio Falcão, que fue nota 10. Trató de ayudarnos de todo corazón. Lo llamamos a las doce, a la 1 y media y él seguía viendo en el google earth nuestra posición, buscó cartas etc. Porque otro problema que teníamos es que estábamos en medio de corales por todos lados, teníamos un segundo problema, mismo si saliésemos  del  hueco donde estábamos, no sabíamos  que dirección seguir.  
Los niños fueron nota 10 también, trataron de ayudar como podían sin perder el control. Diego por ser mayor también ayudó a Ricardo a colocar el bote de apoyo con el motor, fueron a colocar un ancla, caso cuando la marea subiese el viento no nos llevaría para otro lugar o contra otras piedras.  Preparamos las mochilas también como precaución, caso comenzase a entrar agua por algun lado. Mejor precaver que remediar no? Gracias a Dios no fue necesário.
Cuando estaba amaneciendo apareció el sr Antonio Carlos para ayudarnos. Primero vino para ver la situación y regresó después con un barco más grande.
Fue dífícil sacarnos el hueco. Jalaba, jalaba y nada. Varios cabos se rompieron, yo ya estaba que no daba más, pensaba no puedo creer que no salgamos, me muero!! Cuando después de varios intentos , algo nos movimos, hasta que salimos. El barco del sr. Antonio nos jaló hasta dejarnos en un lugar seguro. Fue muy emocionante. Estábamos libres finalmente. Paramos y el sr Antônio entro a nuestro barco para conversar, tomamos desayuno. Nos dio millones de consejos y nos contó que ya ayudó  a mucha gente. Nos dijo que tuvimos mucha suerte porque el lugar donde estábamos habían corales suaves y no los duros. Si hubiésemos chocado con un coral duro, de todas maneras hubiéramos perdido el barco. Que sensación horrible!!
Para nosotros  este señor  fue nuestro angel salvador, que literalmente cayó del cielo. Lo llamamos Santo Antônio. Y por casualidad estábamos en las fiesta de San Antônio. Así que ahora nuestro protector va a ser San Antônio. Voy a comprar un santito para tenerlo en el barco. Es muy bonito y un alívio saber que aún existen personas capaces de ayudar sin interés. Èl no nos cobró nada. Ayudamos de todas maneras con el diesel y después en la ciudad pude comprar un regalo para la familia. Conocimos a su esposa, muy buena gente también. Él tiene barcos para llevar turistas a pasear por los corales de Corumbau. Todo el mundo en el pueblo ya lo conoce. Cuando alguien ve un barco en alguna situación de peligro la gente le avisa y él va al resgate.
Nos quedamos unos dias para descansar y olvidarnos un poco del stress, pero lo que nos hizo partir fue el tal viento sur que realmente estaba dejando el barco desconfortable. Se movía mucho mismo parados. Pero antes claro que aprovechamos para conocer el pueblo. Se pueden alquilar bicicletas y andar por la playa que tiene arena dura. Hicimos un paseo bien bonito hasta llegar a una formación llamada “falesias”, son partes donde el terreno se eleva bruscamente, formando tipo peñascos de barro. Es como en Lima, la Costa Verde, sólo que de barro y encima hay vegetación.
Ricardo explicó de manera más detallada nuestro episódio en Cumuruxatiba y colocó algunas fotos. Aprendimos algunas cosas importantes. Ahora sabemos que no debemos confiar ciegamente en el plotter, y si tenemos alguna duda para entrar es mejor no entrar y quedarnos afuera esperando el día amanecer. Vimos también que las cosas en el mar son serias, hay que siempre tener cautela y no arriesgarse sin necesidad.

Maite

Um comentário:

  1. Claro que todo esto te tuvo que pasar para que aprendas la leccion? Si esas cosas nos las dicen desde chicas: no salgas muy tarde, no confies en el mar, etc, etc.
    Que bueno que fue un final feliz, espero mas y nuevas aventurasss!!!! (yo las vivo con ustedes)
    Carmen.

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